sábado, 4 de mayo de 2013

Capitulo Ocho


Capitulo 8.

_____ lo siguió tras entrar a la casa. Escuchó la puerta principal cerrarse y fue hacia allá, pero para entonces Justin ya se había ido a quien sabe donde. Suspiro frustrada y se dirigió a su habitación aguantándose las ganas de querer estrangularlo.

Al día siguiente _____ se levanto temprano. Paso por la habitación de Justin, con la intención de arreglar las cosas pero se encontró con la cama hecha, intacta, y Justin no se encontraba en ningún lado.

- ¿Tío?- lo llamó bajando las escaleras, pero nadie contestó. Lo buscó por la sala, por la cocina y hasta por el jardín, y aun así, no había señales de él.

No se encontraba en casa. Con los nervios de punta, optó por prepararse el desayuno ella sola. Luego se dio una ducha rápida y se vistió. Paso una, dos… tres horas y aun así Justin no llegaba. Se preguntó a si misma si había llegado a casa la noche anterior a dormir. Sacudió su cabeza ante los pensamientos que se formaban en su mente y tomo sus cuadernos y libros del instituto para ponerse a estudiar. Al menos así lograría sacar a su tío de su mente.

Tiempo después, cuando _____ se encontraba estudiando Álgebra le llego un mensaje a su celular. Perezosamente estiró su brazo a través de la cama y lo alcanzó.

“Ey, pequeña. Estoy a una cuadra de tu casa. En 5 minutos más estoy allá”.

_____ dudó un poco en responder, debatiéndose a si misma en si debía salir con Mark o no. Por un lado no quería hacer enfadar a su tío, pero por el otro no quería decepcionar a su mejor amigo. Habían estado planeando este plan durante semanas y realmente veía a Mark emocionado por la idea de conquistar a Amanda.

Maldito sea su padre al momento que se le ocurrió dejarla a cargo de su tío.

Apretó con fuerza el celular, sintiendo como la rabia se apoderaba de ella y contestó;

“Ya estoy lista. Te espero”.

Se arregló, cogió su pequeño bolso y bajo las escaleras. Le escribió una pequeña nota a su tío, explicándole el motivo del por qué había salido. Después de todo, su tío sabría comprenderla. Dejo la nota pegada en la nevera y salio de la casa.

Sonrío al ver a su mejor amigo en el auto, esperándola. Se subió y lo saludó con un beso en la mejilla.

- Hola, pequeña.

- Hola Mark.- dijo sonriendo. Una sonrisa dulce, teñida ligeramente con tristeza.- ¿Cómo estas?

- Mejor que tú al parecer.- alzó una ceja.- ¿Te ocurre algo?

_____ lanzó una maldición en voz baja, odiando que la conociera tan bien. Era indiscutible, Mark la conocía perfectamente, hasta en sus más íntimos secretos. Era la única persona en quien podría confiar.

Ella respiro profundamente, poniéndose las gafas de sol para ocultar la tristeza que reflejaba en sus ojos. Miro por la ventana.

- Me he peleado con mi tío.

Mark bufó. 

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