sábado, 4 de mayo de 2013


Capitulo 19.

La última semana paso lenta y aburrida para _____. Mientras que su tío salía, ella se encontraba en su habitación encerrada y estudiando. Más de una vez había tratado de utilizar el teléfono a escondidas, pero como siempre, Justin la pillaba… y todo terminaba de mal en peor.

- ¡Perdón!- había dicho por enésima vez Mark, después de lo ocurrido en la fiesta.- no sabes cuanto lo siento, pequeña…

- Eres un pésimo mejor amigo Mark.- gruño _____.

- Lo sé. De seguro tu tío debe estar odiándome por dejarte sola.

- No tienes idea de cuanto. Por tu culpa ahora él esta enojado conmigo.

- Lo siento, se que él es muy importante para ti y bueno….- suspiro.- la cage.

- Si, la cagaste y demasiado.- dijo molesta.

- Perdóname, _____... juro nunca mas volverlo a hacer.- dijo con arrepentimiento, y esque no le gustaba que ella estuviera enojada con él.- lo lamento…

_____ soltó una risita.

- Esta bien, ya paso solo olvídalo. Si te perdono, tonto.

Mark soltó un suspiro de alivio.

- Prometo nunca mas hacerlo, linda… oh, por cierto, ¿Quieres venir a mi casa hoy? Necesito hablarte sobre algo…

- No creo que pueda, Mark, esque…- y antes de que pudiera terminar la frase, el teléfono fue arrebatado violentamente de sus manos.- ¡Oye!

- ¿Es que acaso no fui lo suficientemente claro la ultima vez? Nada de llamadas.- dijo Justin.

_____ lo fulminó con una mirada glacial.

- Solamente quería tomarme un tiempo de descanso. Discúlpame por querer divertirme en mis vacaciones.- dijo irónica.

- Pues escúchame bien, mientras este yo aquí, harás todo lo que te diga te guste o no.- dijo Justin, mas que una advertencia, parecía una amenaza.

_____ no dijo nada más. Era imposible tener una conversación normal con él sin que se enfadara y obviamente, la que salía perdiendo era ella. Cuanto extrañaba aquellas noches en que él le hacia el amor hasta las tantas de la madrugada… el caliente contacto de su piel con la suya, y sus besos, aquellos labios que le hacían gozar de placer, eran únicos. Todo en él era único, era especial. Y ahora lo veía con claridad, ahora las piezas del puzzle encajaban a la perfección. Ella lo amaba. Por primera vez, lo estaba viendo con otros ojos, y no como su tío favorito, el cual la mimaba cuando era una niña de trece años. No, era mucho más que eso. Lo estaba viendo como Justin Bieber.

Y llego aquel día, en que jamás pensó que llegaría, pero se equivoco…

- En un rato mas llegaran tu madrastra y tu papá, _____.- le dijo Justin desde la cocina.

- Que bien.-dijo con sarcasmo, sin siquiera verlo.

Justin suspiro y camino hacia la sala principal. La vio ahí, sentada en el sillón y leyendo un libro que parecía ser de Química.

- No te noto muy contenta, ¿No te alegra saber de que llegaran?

_____ suspiro con pesadez y cerró el libro para dejarlo a un lado del sillón. Alzó el mentón y lo miro.

- Para serte sincera no. Es más, preferiría que no volvieran.

- ¿Por qué?

- Porque así tendremos que terminar con todo lo que hemos empezado.

Justin se la quedo mirando, tratando de encontrarle el sentido a sus palabras. De pronto, se río con amargura.

- ¿De que te ríes?- preguntó _____ frunciendo el ceño. No recordaba haber dicho algo gracioso.

- Es que me resulta gracioso, porque… tú y yo nunca hemos empezado algo. Eres mi sobrina, _____. Jamás te miraría con otros ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario